La muestra organizada por la Asociación Retina está pensada para poder «ver las cosas más allá de lo visual»
El Palacio del Condestable de Pamplona acoge desde este lunes una exposición, organizada por la Asociación Retina Navarra, compuesta por varias esculturas realizadas con distintos materiales con las que se quiere posibilitar que tanto las personas invidentes como la ciudadanía en general «puedan ver las cosas más allá de lo visual».
La muestra, que se enmarca en los actos convocados por la asociación para celebrar su 20 aniversario, ha sido inaugurada este lunes por el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, el presidente de la Asociación Retina Navarra, José María Casado, y el pintor Pedro Salaberri, comisario de la exposición.
También han participado en la inauguración de la exposición, titulada ‘Mírame con tus manos’, los cuatro autores de las esculturas: María Jiménez, Mikel Okiñena, Koldo Sebastián e Iñaki Zaragüeta.
El presidente de Retina Navarra, José María Casado, ha destacado que con esta muestra, en la que se pueden tocar las esculturas, la asociación quiere que los visitantes «vean más allá de lo visual», ya que la intención del colectivo «siempre» es que «la cultura, el ocio y la participación sea posible», algo que «unas veces lo conseguimos y otras no».
En este sentido, Casado ha resaltado que con esta exposición «se tiene la posibilidad de ver las cosas más allá de lo visual, de ver con las manos, tocar y hacer que observemos la realidad de otro modo más completa».
«Es un mensaje también para los navarros que tengan problemas con la vista, la vista es importante, por supuesto, pero hay aspectos que pueden complementar aquello que nos va faltando», ha señalado el presidente de Retina Navarra, que ha mostrado su agradecimiento a los artistas que han participado en la muestra y al alcalde de Pamplona, Enrique Maya.
Por su parte, el artista Pedro Salaberri, comisario de la exposición, ha manifestado que «la escultura, más que quizás otras artes, es táctil, aunque normalmente no las podamos tocar cuando vamos a los sitios por la lógica de proteger las obras».
Por ello, ha puesto de relieve que «gracias a la generosidad de estos artistas las obras se pueden tocar, que es algo que siempre te apetece». «Uno no aprecia bien la escultura si no la toca», ha destacado.